Si hay un edificio que deba al agua su popularidad e indudable atractivo es la célebre Casa de la Cascada proyectada por el arquitecto americano Frank Lloyd Wright. Coincidiendo con la celebración de la Exposición Internacional de Zaragoza 2008, en esta convocatoria organizada en torno al agua, este artículo explora la relación de la arquitectura con el preciado líquido proponiendo obras ajenas a las grandes infraestructuras y equipamientos tradicionalmente vinculados a la arquitectura e ingeniería, como las termas, los depósitos, los puentes y acueductos o las construcciones relacionadas con la producción de energía hidráulica.
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